ERA UNA VEZ, UNA ALQUIMISTA QUE BUSCABA LA BELLEZA...
...a través de las combinaciones de los diferentes materiales que aparecían en sus sueños.
Ella, como sus antecesores profundamente ocupados en cuestiones más
trascendentes y fundamentales, buscaba y buscaba... Y en esa búsqueda
incesante iba dejando en el camino algunos resultados interesantes.
Un día la encontré por esos senderos de la vida y le pregunté:
-¿Por qué buscas y buscas y no hallas satisfacción en nada?
Yo veo que has creado cosas muy hermosas…
Y ella respondió:
-La belleza ES el camino, por eso necesito
crear y crear… ese es el sentido de la búsqueda: transitar el camino de la
creación y el de la evolución. para poder crecer, aprender y sentirme útil.
Luego de su respuesta, el silencio. Nos miramos fijamente y comprendimos
ambas que ya no eran necesarias más palabras entre nosotras.
Todo lo que había que decir se había dicho
.
Me sonrió con dulzura, me tendió la mano para despedirse y
dejó en la mía esto que hoy te muestro, como un recuerdo de ese cruce nada accidental
Los que perseguimos la belleza siempre tenemos cruces que son bisagras en nuestras vidas.
Fabuloso collar con un par de pulseras haciendo juego en coral, cuentas de cristal rojo con vetas negras y cuentas de cerámica negra.
El camino que lleva a la belleza es uno a transitar porque en él encontraremos joyas inestimables, si sabemos detenernos a mirar…